La educación no sucede solo entre cuatro paredes, ni se limita a libros y pizarras. Educar también es abrir puertas al mundo real, a las experiencias que forman personas conscientes, curiosas y preparadas para la vida.

Ayer tuvimos la oportunidad de visitar Bikehouse, un lugar que es mucho más que una tienda: es un espacio donde el conocimiento se pone en movimiento. Aprendimos sobre las partes de una bicicleta, cómo funcionan los frenos y los cambios, y cómo cada ajuste puede influir en la seguridad, comodidad y rendimiento. También reflexionamos sobre la importancia del casco y el respeto por las normas viales.

Agradecemos profundamente a quienes abren sus puertas y comparten su saber con generosidad. Porque educar es una tarea colectiva.